En la hora de las moscas,
alas,
trazos de alcobas que ven
balcones.
Inquieto, el maullido del
viento
iza el canto desesperado
de los quicios.
Tras los visillos se arma
de nostalgia
el hombre.
Trajo la niebla a su paso
agua,
agua fresca de los pozos.
(su huella en las tapias,
su rostro en los cristales,
sus ojos viéndose ir).
Va inmediata la muerte,
vuela aire a los molinos,
gira
y gira.
Cae la noche en globos
al jardín de las libélulas.
De "Tallado en la madera", II - Abstracción Fatal, (INÉDITO).
Foto: ECO © , Raül Jurado Gallego.
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