Una brisa de jara despeinó mi melena,
me dibuja una sonrisa pétrea
y pasa.
La encina corcovada del apático páramo,
con los siglos en sus ramas,
me advierte con su mirada cansina
que una vez le robé su verde juventud
condenándola a vivir meciendo
mi columpio de soga y cojín
y que hoy muere gibada.
Como cristal ahumado
por los musgosos cantos
está la charca;
improvisado escenario de ranas
en sus conciertos estivales,
eternos,
descompasados, arrítmicos,
sin horario establecido
pero mágicos.
Hoy he vuelto donde nací,
no parece igual,
todo cambia, nada queda,
sólo se mantiene la huella
imborrable del recuerdo.
De “Simples discurrires. La caja desempolvada” Ed. Cultiva, 2.009
Grato leerte
ResponderEliminarun abrazo
Bonito y evocador.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Raül, he publicado este poema tuyo en Realidade Cero , espero que te guste.
ResponderEliminarLos orígenes de Raül Umlaut, de vuelta a la cuna
http://www.realidadecero.com/2013/11/los-origenes-de-raul-umlaut-de-vuelta.html
Saludos